Disponibles vídeo y fotografías
Un coloquio desde el diálogo distendido y amable para generar un encuentro y perseverar en la búsqueda de soluciones. Ésa ha sido la intención del Foro de Encuentros Interdisciplinares que ha celebrado la Fundación Pablo VI bajo el título: “El Dédalo catalán: desde el derecho, la política, el pensamiento y la opinión”. En él se han sentado, desde posturas diversas, la profesora de Derecho Constitucional Teresa Freixes, el diputado del PDeCAT Jordi Xuclà, la escritora Laura Freixas y el periodista José María Brunet, moderados por Raúl Cancio Letrado del Tribunal Supremo. Los 4 catalanes, con diferentes visiones de cómo hemos llegado hasta aquí y de cómo se puede solucionar el problema, buscando, a pesar de las discrepancias, una salida al laberinto.
Para la Catedrática Teresa Freixes esta salida pasa por el respeto a la ley y a la Constitución, que no es inmutable. “Podría modificarse de una manera razonable” porque de lo contrario se está cometiendo una ilegalidad. Y el problema, asegura, es que hay un discurso basado en el engaño. “Como decir que Europa iba a acoger a una Cataluña independiente con los brazos abiertos. Y cuando se ha visto que Europa ha dicho no, resulta que la Unión Europea no es democrática, queremos salir de ella, y si podemos salir del euro mejor”, ironiza.
El diputado Jordi Xuclà cree que, además del hecho jurídico, no se puede olvidar el “elemento emocional”. Algo que se demuestra en las cifras: “en los últimos años el apoyo al independentismo ha ido subiendo desde el 15% hasta casi la mitad” y no es un asunto de “radicales de la CUP sino de personas de clase media y clase alta de Cataluña”. Esto hecho, asegura, se ha ignorado y “no se nos ha querido escuchar”.
El periodista José María Brunet pone como uno de los detonantes de esta situación el recurso del Constitucional al Estatut de Cataluña. “Fue insólito lo que se llegó a hacer para manipular el resultado de la deliberación del Tribunal Constitucional”. Después de aquello sólo se ha ido a peor “por falta de liderazgo político” y de planteamientos para el diálogo. “Cada vez que se ha acudido a la Moncloa para buscar oxígeno no ha habido posibilidad”.
Acabar con la fractura social abierta
La escritora Laura Freixas, afincada en Madrid desde hace años, pone en el centro del problema “la fractura social que existe en Cataluña y que se empeñan en negar los independentistas”. “Una fractura que está rompiendo incluso los consensos para ayudar a colectivos desfavorecidos”. Por eso, “hay que dejar de mentir: Cataluña no va a ser independiente ni a corto ni medio plazo” y “lo que tiene que volver es el diálogo entre aquellos catalanes que hemos dejado de hablarnos” y dejar de hacer distinciones entre “los auténticos catalanes y los españoles que viven en Cataluña”. Una mentalidad cada vez más extendida que provoca “frustración y rabia”.
Teresa Freixes, por su parte, insiste en el cumplimiento de la ley: “El argumento de que la democracia no puede estar constreñida por la ley es una falacia absoluta que no se sostiene". Pero también hay responsabilidad en los políticos estatales por intentar vivir siempre “comprando el voto de los nacionalismos periféricos”. Ése, en su opinión, es uno de los motivos de haber llegado hasta aquí.
La gestión del 1 de octubre
Para Jordi Xuclà el cambio de gobierno trae algo de esperanza. Las cosas, dice, “se tienen que solucionar por la vía política y no por la de los tribunales” y mucho menos con acción policial. “La gestión policial del 1 de octubre fue un gran error y ha dejado una herida abierta”. Pero cree que, a pesar de que “existen radicales en ambas partes también hay gente dispuesta al diálogo en los dos lados”. En la misma línea, José María Brunet cree que la respuesta policial no fue acertada. "Una vez que se llega al 1 de octubre y se lleva a los policías en esas condiciones el daño ya estaba hecho”. “Hubo liderazgos equivocados que derivaron en reivindicaciones extremas”.
Sobre la acción policial, Teresa Freixes cree que hay un mito. “Se alimentó el clima de que se creyera que aquello era la democracia. Se convocó a abuelos y a familias, que se colocaron entre la policía y las urnas”. “Es verdad que hubo violencia, pero los Estados tienen que defenderse”.
Abandonar el monotema del referéndum
Para terminar, una pregunta: ¿Hay alguna otra salida que no sea la del referéndum? La escritora Laura Freixas cree que “hay que abrir la agenda política y abandonar el monotema. El referéndum solo perpetúa el problema porque no se puede negociar entre el sí y el no”. Por eso, “concentrémonos en lo que estamos de acuerdo”. Teresa Freixes lo concibe sólo desde el respeto a la ley y con previa reforma de la Constitución, mientras que Jordi Xuclà se apoya en el ejemplo de Quevec para insistir en que es posible. “Y la política española, dice, tiene que dar una respuesta diferente a la de los últimos meses”.