Es posible un nuevo sistema económico más humano, más igualitario y al servicio de las personas y el Bien Común y no tanto del dinero. Esto es lo que quiere mostrar el próximo curso de Doctrina Social de la Iglesia, “La Economía Civil, una economía al servicio de las personas”, que tendrá lugar los próximos 4 y 5 de septiembre donde se pondrán sobre la mesa experiencias que hoy ya funcionan con éxito y que impulsan el modelo de economía que propone el Papa Francisco.
“No es verdad que un modelo económico sostenible sea incompatible con la rentabilidad económica ni la viabilidad empresarial”, explica Joan Ramón Sanchis Palacio, Director de la Cátedra de Economía del Bien Común en la Universitat de Valencia. Al contrario, “incrementa su valor”. Pero para ello es necesario que haya también un cambio de criterio por parte de los consumidores. “El modelo low cost puede ser rentable a corto plazo, pero no a largo plazo”, porque acaba generando desigualdades, pobreza y exclusión social.
Joan Ramón Sanchis, que expondrá en el próximo miércoles, 4 de septiembre, su propuesta de Economía del Bien Común habla de 4 pilares básicos que deben sostener a una empresa: “dignidad humana, solidaridad y justicia social, sostenibilidad ecológica, transparencia y participación democrática”. Unos principios que deben guiar la relación con todos los grupos de interés (los proveedores, los propietarios y financiadores, los trabajadores, los clientes y el propio entorno social) y que se traducen en acciones como el fomento de la contratación estable frente a la temporal, la igualdad de género y salarial, el trabajo con proveedores locales, la reducción de las emisiones de CO2 y la huella ecológica, y una mayor participación de trabajadores y clientes.
El modelo cooperativo de Arizmendiarreta
Una muestra de que es posible esta forma de hacer empresa es el modelo cooperativo de Mondragón, una corporación fundada hace ya 60 años por el sacerdote José María Arizmendiarreta. Este grupo empresarial, primero en el País Vasco y décimo en España, con 80 mil personas trabajando en las 266 empresas repartidas por todo el mundo, es capaz de conciliar competitividad empresarial y desarrollo humano, con unos principios basados en la Doctrina Social de la Iglesia. “Aquellas personas que tienen como objetivo básico ganar dinero tienen poco encaje en las cooperativas”, explica Juan Manuel Sinde, Presidente de la Fundación Arizmendiarreta. A cambio, “encuentran relaciones jerárquicas mucho más respetuosas, un estilo de dirección menos autoritario y más escuchador, una información mucho más rica sobre lo que ocurre en la empresa, una preocupación por la formación de todas las personas, además de unos salarios razonables”. Esto, unido “a una participación de los trabajadores en los resultados de la empresa y la posibilidad de ser elegidos para puestos del equivalente al Consejo de Administración” han convertido este Modelo Inclusivo Participativo, en un referente “que ha merecido la aprobación por unanimidad de todas las fuerzas políticas representadas en los Parlamentos vasco y navarro”.
Juan Manuel Sinde y Joan Ramón Sanchís, junto con Elena Bravo, gerente de la Miniera, formarán parte del panel de experiencias de economía de colaboración de este Curso de Doctrina Social, que cumple ya su XXVI edición. La conferencia inaugural, una Introducción a la Economía Civil correrá a cargo de Alessandra Smerelli, consejera de Estado de Economía de la Comisión Pontificia para el Vaticano. Será el próximo miércoles, a las 10,30 horas, con presencia del Presidente de la C.E. de Pastoral Social, Mons. Atilano Rodríguez Martínez y el coordinador del curso, el profesor de economía de la Universidad CEU Cardenal Herrara, Enrique Lluch Frechina.
Presentación del Encuentro de Asís
“La Economía de Francisco”
Ese mismo día, a las 19,30 horas, se presentará el Encuentro 2020 “La Economía de Francisco” que congregará en Asís los días 26 y 28 de marzo del próximo año a jóvenes economistas de todo el mundo para trabajar en la construcción de una economía que incluya y no excluya, que de vida y no mate al hombre.