Medalla de Oro de la Fundación Pablo VI

Entre las ocho y cuarto y las nueve y media de la tarde del jueves 26 de abril ha discurrido el acto de la entrega de la medalla de oro de la Fundación VI a monseñor Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona y obispo emérito de Tudela desde 2007 y de 2004 a 2010 presidente de la citada Fundación Pablo VI.

Asistieron al acto una veintena de obispos: los arzobispos de Valladolid y vicepresidente de la CEE, castrense, Pamplona, Granada, Mérida-Badajoz y emérito de Zaragoza; y los obispos de Ciudad Real, Salamanca, Sigüenza-Guadalajara, Málaga, Teruel, Santander, Almería, Calahorra y La Calzada-Logroño, Barbastro-Monzón, Tarazona, Sant Feliu de Llobregat, Huelva, Guadix y auxiliar de Madrid (Herráez).

 

Medalla de Oro de la Fundación Pablo VI

 

Algunas de las personalidades asistentes han sido Manuel PizarroJosé-Tomás RagaÓscar AlzagaJuan Velarde Fuertes y Eugenio Nasarre. Asistió también el anterior director de la Fundación Pablo VI, el sacerdote zaragozano Ángel Berna, que junto al fallecido monseñor Guix (antiguo obispo de Vic y que también presidió la Fundación) y ya junto a monseñor Sebastián, medalla de oro de la Fundación. Presidió el acto monseñor Antonio Algora, obispo de Ciudad Real y presidente de la Fundación Pablo VI, acompañado de monseñor Carlos López, obispo de Salamanca y gran canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca, en la que está integrada la Fundación. El secretario del patronato de la Fundación Pablo VI, Fernando Fuentes, leyó el acto de la concesión de la medalla de oro a monseñor Sebastián.

La “laudatio” del acto la realizó el sacerdote, periodista, escritor e historiador Joaquín L. Ortega, quien fue vicesecretario de la CEE para la Información con monseñor Sebastián como secretario general. Sus palabras fueron hermosas, certeras, cordiales, escritas y dichas –en las palabras de don Fernando- con “gracia y sobriedad castellana”. Joaquín L. Ortega glosó la vida y el ministerio de don Fernando desde las perspectivas del sacerdote y religioso, del intelectual y teólogo, del pastor diocesano y del gestor eclesial. Inicialmente le fue confiado este discurso al teólogo Olegario González de Cardedal, quien no ha podido realizar el encargo dado que recientemente ha sido operado, con éxito, de corazón. González de Cardedal fue compañero de don Fernando en la Universidad Pontificia de Salamanca. Joaquín Ortega destacó la clarividencia, la solidez y la brillantez de don Fernando en los distintos servicios  que le han sido confiados.

Por su parte, monseñor Sebastián agradeció la distinción, comentó las distintas similitudes en los quehaceres de su vida con el legado del cardenalÁngel Herrera Oria, fundador de la Fundación Pablo VI, y finalmente trazó un hermoso y sentido elogio al don y al privilegio de la vejez.

Monseñor Fernando Sebastián Aguilar nació en Calatayud en 1929. Es religioso claretiano. Fue ordenado sacerdote en 1953. Es doctor en Teología. En la Universidad Pontificia de Salamanca fue profesor, decano de la Facultad de Teología y rector de a 1971 a 1979 y, ya siendo obispo, gran canciller de 1991 a 2001. Ordenado obispo en 1979, sirvió la diócesis de León de 1979 a 1983, fue arzobispo coadjutor de Granada de 1988 a 1993, administrador apostólico de Málaga de 1991 a 1993, administrador apostólico de Calahorra y La Calzada-Logroño de 2003 a 2004 y arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela de 1993 a 2007. En la CEE fue secretario general de 1982 a 1988 y vicepresidente de la CEE de 1993 a 1999 y de 2002 a 2005.

Jubilado desde finales de septiembre de 2007, en la actualidad reside en la casa sacerdotal de Málaga, de cuyo seminario es profesor de Teología.

 

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Mons. Fernando Sebastián Aguilar C.M.F

(Calatayud, Zaragoza; 14 de diciembre de 1929).

  • Estudió dos años en Roma para su especialización en Teología. En 1956 marchó a Bélgica para ampliar estudios en la Universidad Católica de Lovaina. En 1957, obtuvo el doctorado por el Pontificio Ateneo "Angelicum" con la máxima calificación, con una tesis sobre la Maternidad divina de María.

 

  • Desde 1971 hasta 1979 fue Rector de la Universidad Pontificia de Salamanca. Trabajó intensamente por la consolidación y desarrollo de la Universidad. En estos años, triplicó el número de sus alumnos y alcanzó un notable prestigio. 1971. En octubre de 1975 interviene como teólogo en el Simposio de Obispos Europeos, convocado en Roma por Pablo VI.

    En junio de 2001 la Universidad Pontificia de Salamanca le entregó la Medalla de Oro en reconocimiento a sus servicios como Catedrático, Decano, Rector y Gran Canciller.

 

  • Obispo. En 1979 la Santa Sede hace público su nombramiento como obispo de León. En 1982 fue elegido Secretario General de la Conferencia Episcopal Española. Y en 1983 participa en la Sexta Asamblea ordinaria del Sínodo de los obispos convocada por Juan Pablo II que reflexionó sobre la reconciliación y penitencia. En 1987 fue reelegido Secretario General de la Conferencia Episcopal Española para otro quinquenio. Pasado menos de un año, tuvo que presentar la renuncia a este cargo, al haber sido nombrado por Juan Pablo II, arzobispo coadjutor de la diócesis de Granada. En septiembre de 1991 es nombrado administrador apostólico de la diócesis de Málaga y en febrero de 1993 es elegido vice-Presidente de la Conferencia Episcopal Española.

    En 1993 la Santa Sede lo nombra arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela. En mayo de 1994 es designado por el Papa Juan Pablo II miembro de la Congregación para los Institutos de Vida consagrada y Asociaciones de Vida apostólica, y en septiembre de ese mismo año es invitado a participar en la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos que estudia el tema "La vida consagrada en la Iglesia y en el mundo". En 1996 es reelegido vicepresidente por un segundo mandato de tres años, siendo presidente Mons. Yanes, arzobispo de Zaragoza. En febrero de 2002 vuelve a ser elegido Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española, siendo presidente Mons. D. Antonio Rouco, arzobispo de Madrid.

    En el tiempo comprendido entre el 15 de septiembre de 2003 al 29 de mayo de 2004 desempeñó el cargo de Administrador apostólico de Calahorra y La Calzada-Logroño, y el 31 de julio de 2007 el Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Pamplona-Tudela.

 

  • Presidente de la Fundación Pablo VI. Fue nombrado en junio de 2004 y permaneció en la presidencia hasta el 2010.

    Durante su mandato promovió el cambio de Estatutos de la Fundación Pablo VI (aprobados por la Sagrada Congregación para la Educación Católica el 2 de abril de 2009), los cuales dan continuidad al Instituto Social León XIII como Centro de Investigación y difusión de la Doctrina Social de la Iglesia en los diferentes ámbitos formativos de la Iglesia y de la sociedad civil. Modernizó la gestión tanto económica como docente de las obras de la Fundación.



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