La cooperación internacional en el marco de la Agenda 2030 fue el tema con el que arrancó la segunda semana del programa de liderazgo iberoamericano. La profesora Tahina Ojeda, doctora en Ciencia Política y profesora de la Universidad Nebrija, fue la encargada de impartir la sesión en la que se ha hablado también de un modelo de desarrollo en transición.
En su intervención explicó cómo los acuerdos de París se configuran como una agenda de trabajo para atender los problemas de desarrollo social, económico y medioambiental y pensar en metas transversales. En este sentido, el pensamiento en materia de desarrollo ha ido evolucionando. El concepto de progreso se plantea con un enfoque humanista, en materia de género y sostenibilidad. Surge la dimensión social para alcanzar la plenitud, etc.
En esta misma línea, la sesión posterior, impartida por Sebastián Mora, doctor en Sociología y profesor en la Universidad Pontificia Comillas, abordó la cuestión de la necesidad de trabajar por una “ética cosmopolita” para abordar desafíos que son globales: el hambre, la pobreza, el cambio climático, etc… Esta ética permite caminar hacia la amistad social y la fraternidad universal, poniendo en el centro el valor de la persona, siempre y en cualquier circunstancia.
Entre las múltiples preguntas que surgieron en el coloquio posterior fue la de cómo conjugar el establecimiento de una ética global con el respeto a realidades locales, como, por ejemplo, las que viven las comunidades indígenas. Para el docente es fundamental crear redes y entendimiento, porque mantener los valores no significa estar desconectado del mundo.
La última sesión del día estuvo dedicada a hablar del papel de las religiones en la actual coyuntura mundial, con Rafael Ruiz Andrés, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. En un momento de especial secularización, las religiones siguen siendo un elemento fundamental en la construcción del bien común.