Mons. Joseba Segura: “el ingreso mínimo vital no desincentiva el trabajo, sino que ayuda a la gente que está al borde de la pobreza severa”
Antonio Garamendi: “los cambios estructurales, como la revisión del Estatuto de los Trabajadores, hay que afrontarlos con calma y rigor” y no en un estado de alarma
El Presidente de la CEOE llama a ser imaginativos e invertir en formación e innovación para enfrentar los retos de la robotización
Obispo auxiliar de Bilbao: “La Iglesia ha sostenido y siempre sostendrá que la dignidad de la persona tiene que ver con la calidad y dignidad en el trabajo”
Ingreso mínimo vital, cooperación en las empresas, teletrabajo, diálogo social, reforma laboral… El tercer diálogo sobre el Mundo post COVID-19 ha sido una muestra de cómo los asuntos que afectan a nuestro futuro y, en concreto, a la situación económica después de la pandemia no pueden abordarse desde la precipitación y la superficialidad.
Con la participación de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, y Mons. Joseba Segura, obispo auxiliar de Bilbao, el diálogo “¿Hacia un nuevo orden económico?” ha reflexionado sobre si el mundo post COVID-19 supone, más que un cambio coyuntural, toda una transformación del paradigma económico en el que vivimos.
Para comenzar, un asunto de gran actualidad y trascendencia como es el ingreso mínimo vital. Una medida que en España tiene debate “pero no en otros lugares donde se ha instaurado”, ha dicho Mons. Joseba Segura, doctor en Economía por el Boston College. Para ello, ha puesto como ejemplo la renta de garantía de ingresos que funciona ya desde hace 30 años en el País Vasco: la mitad de los que la reciben son pensionistas, empleados precarios o personas vulnerables que no pueden estar en el mercado laboral. Y la otra mitad, gente con muchos problemas económicos, como familias monoparentales, etc. Por lo tanto, dice, viendo estos ejemplos, se trata de un ingreso que no solo “no desincentiva el trabajo” sino que ayuda a “llegar a la gente que está fuera del mercado laboral o al borde de la pobreza severa y le da la oportunidad de vivir con una mínima dignidad”.
Mons. Joseba Segura
El presidente de la CEOE ha destacado la necesidad de que esta medida esté orientada “hacia la empleabilidad” y de ser “muy duros frente a los abusos” que se pudieran cometer, como ya ha destacado el propio Ministro de Administraciones Públicas. Por otra parte, hubiera preferido que la medida fuera “coyuntural” en vez de “estructural” en pleno estado de alarma. Del mismo modo que ocurre con el Estatuto de los Trabajadores o la reforma laboral que “si se quita de un plumazo tendremos un problema muy serio no sólo laboral sino también de confianza con respecto a nuestros inversores españoles y europeos”. “Los Reales Decretos cada semana no me gustan porque nos sustraen la capacidad de diálogo, debate y negociación de cosas que creemos que son buenas”. “La parte estructural hay que abordarla con calma y rigor”.
Los ERTES como salvavidas de las empresas
En esta situación de pandemia, el presidente de la CEOE ha defendido también la importancia de los ERTES “con los que se han protegido muchos millones de empleos”. En un momento en el que es posible que lleguemos al 20% de paro, los ERTE han evitado la quiebra de muchas empresas. Una medida que el obispo auxiliar de Bilbao ha puesto como ejemplo “por el gran esfuerzo de diálogo y concertación social” llevado a cabo entre CEOE, sindicatos y Gobierno.
¿Ha abierto la pandemia el camino para una nueva cultura empresarial que implique una mayor participación del trabajador en la empresa? Ha sido otra de las cuestiones lanzadas por el moderador, el veterano periodista Mariano Guindal. “España viene de una tradición confrontacional”, ha dicho Joseba Segura, pero “este recorrido hacia otra cultura empresarial” podría empezar a hacerse con el tiempo, fomentando “la confianza, la transparencia, la colaboración y participación del trabajador en los procesos de decisión en la empresa”, no necesariamente solo por la vía de la cooperativa.
Antonio Garamendi, por su parte, ha defendido el “diálogo social como la mejor infraestructura que tiene un país”, porque “es la paz social”. “La colaboración leal de la que hablaba Segura”, ha añadido, es clave para afrontar problemas como “el fraude y elevado absentismo laboral en España”. En esta línea, “esta pandemia o crisis de 3 meses nos va a llevar a avanzar en la colaboración de las empresas”.
Antonio Garamendi
Salario mínimo y trabajos esenciales
Si hay algo que ha evidenciado esta crisis también ha sido la importancia de los llamados trabajos esenciales. Joseba Segura ha lamentado “el alto valor humano” de tareas “que no están suficientemente reconocidas por el mercado de trabajo”. “Hemos firmado un salario mínimo para que no se dieran estas circunstancias de precariedad”, ha apuntado el presidente de la patronal. Pero hay que insistir “en la formación” como “única vía real para romper con esas desigualdades”, sobre todo de los jóvenes, cuyos niveles de paro pueden llegar hasta casi el 30%.
¿Ha llegado el teletrabajo para quedarse?, ha sido otra de las cuestiones que el moderador Mariano Guindal ha puesto sobre la mesa. El obispo vasco Joseba Segura ha valorado su normalización en medio de una cultura muy presencialista, basada más en las horas trabajadas que en los objetivos. El “teletrabajo da flexibilidad y da la oportunidad de conciliar”. Pero hay un peligro, y “es que pueda contribuir a una fragmentación de la experiencia laboral mayor de la que existe y a una precarización de algunos trabajos”. En la misma idea ha ahondado el presidente de la CEOE: “es un complemento perfecto en una empresa para la conciliación de la vida laboral y familiar, pero un atracón de teletrabajo no es bueno ni para la persona ni para la empresa, porque las relaciones humanas son analógicas y no se puede renunciar para trabajar en lograr objetivos comunes”.
Mariano Guindal, Antonio Garamendi y Joseba Segura
¿El fin de la economía low cost?
La pandemia del COVID19 ha puesto de manifiesto también el riesgo que supone deslocalizar determinados sectores económicos, que nos hacen dependientes del exterior, al tiempo que pone en cuestión el sistema de economía low cost. Para el obispo auxiliar de Bilbao, este asunto, aunque parezca muy teórico, apunta directamente a la esencia de nuestro sistema económico y a cómo estamos planteando nuestro modelo de crecimiento. “Para que haya menos paro resulta que tenemos que crecer” y, por otro lado, “si crecemos ponemos en una presión muy fuerte al planeta”. ¿Cómo fomentar el consumo y disminuir el consumo a la vez?, se pregunta. “En la economía del low cost estamos pagando y elegimos lo que menos cuesta. Pero, ¿a costa de qué? A costa de externalidades y de otras cuestiones que van mucho más allá”. Lo que no puede decirse es “que no está pasando nada cuando la temperatura del planeta no deja de subir”.
Para el presidente de los empresarios, este asunto del low cost “es un tema muy profundo que tiene que ver también con el comportamiento de los consumidores”. Pero en el caso de la deslocalización, ha alertado del peligro de “que nos planteemos lo que se puede fabricar o no fabricar en uno u otro país”, porque pueden ocurrir situaciones como lo que ha pasado con Nissan, en Barcelona. “La economía está globalizada y va a seguir globalizada”, ha dicho.
Robotización y el futuro del trabajo
¿Y cuál va a ser el impacto de la robotización en la economía?. Joseba Segura teme que no seamos capaces de adaptarnos a los trabajos del futuro y que haya sectores con mucho valor que se queden fuera. Este tema “desde el punto de vista humano es crucial porque la Iglesia ha sostenido y siempre sostendrá que la dignidad de la persona tiene que ver con la calidad en el trabajo y la dignidad en el trabajo”.
Antonio Garamendi y Joseba Segura
En la misma línea, Antonio Garamendi ha llamado a hacer entre todos un análisis “para ver cómo se puede afrontar esto para no dejar a nadie atrás”. “España tiene que invertir casi el doble de lo que invierte en innovación y formación, tiene que haber contratación pública innovadora, hay que proteger la propiedad industrial, que no tiene valor”. Y “hay que ser imaginativos para generar nueva economía”.
Antes de finalizar, Jesús Avezuela, Director General de la Fundación Pablo VI, ha dado paso a un turno de preguntas de los oyentes, relativas al comportamiento de la política y al papel de la Unión Europea. Sobre lo primero, el presidente de la CEOE ha manifestado su “sonrojo” por los comportamientos de las últimas semanas. No son un buen ejemplo para la ciudadanía y se pueden defender las ideas de otra manera “desde el diálogo y la moderación”.
Y ¿qué puede hacer la Iglesia en este momento?, le han preguntado a Mons. Joseba Segura: “tiene que apoyar con todos los medios que tenga el diálogo social y el acuerdo, porque ese es el principio y es Evangelio puro”. “Una cosa es mantener la tensión y la posición legítima y otra cosa recurrir al insulto. Esto no es aceptable. Y para conseguir votos es dudoso que la mejor estrategia sea insultar al otro”.
Sobre la UE ambos han coincidido en que “sí parece que está a la altura y que resurge como una oportunidad”. Por eso, ha concluido Garamendi, “es un momento muy bueno para hablar de más unión y de procurar que ésta sea política, además de económica”