14/01/2025
Foro de Encuentros Interdisciplinares con la presencia de Paolo Benanti.
Ecuador, un país que se levanta contra la falta de liderazgo
El anuncio de medidas económicas realizado por el gobierno ecuatoriano el pasado martes 1 de octubre de 2019 ha desatado una fuerte ola de protestas a nivel nacional. En un inicio, las protestas estuvieron encabezadas por el gremio del transporte, que, al sentirse directamente impactado por la eliminación del subsidio a los precios de los combustibles, se autoconvocaron para bloquear vías y paralizar el país como medida de presión para que el gobierno retroceda en su decisión.
Sin embargo, el gobierno, lejos de atender este pronunciamiento y analizar las razones del rechazo a sus medidas, se ratificó en las mismas y respondió con la declaración del estado de excepción. Al poco tiempo, los transportistas anunciaron la finalización de la protesta. Pero, ya no eran los únicos que se levantaban. Al movimiento se habían sumado estudiantes y grupos indígenas, quienes amenazan con mantener la protesta y dirigirse hasta la ciudad capital para presentar sus exigencias al gobierno.
Pero, en medio de todo esto surge la pregunta: ¿se protesta únicamente por el alza de los combustibles? La respuesta es bastante compleja ya que no se puede leer la crisis actual sin considerar las expectativas de bienestar social generadas por la llamada “década ganada” del gobierno anterior. Una década que se caracterizó por una fuerte inversión en el sector social, acompañada de un enérgico discurso contra el imperialismo, los organismos multilaterales y los grupos tradicionales de poder económico. Una década que no pudo haber sido posible sin la bonanza económica generada por los altos precios internacionales del petróleo, base de la economía ecuatoriana. Una década en la que se priorizó el bienestar a corto plazo sobre la proyección de la economía a mediano y largo plazo. Una década en la que se habló mucho y se hizo poco para cambiar la matriz productiva del país y que, por lo tanto, empezó a tambalear con la caída internacional de los precios del petróleo en el 2015. Una década, en definitiva, que dejó una sociedad fracturada y altamente endeudada que hoy, ante una nueva crisis económica, no entiende realmente contra qué se protesta.
Un país sin liderazgo
En Ecuador se protesta hoy, principalmente, contra la falta de liderazgo social que impera en los gobernantes ecuatorianos. Una actitud que ha permeado en cada fracción de la sociedad, generando individuos que poco o nada se preocupan por el bienestar de los demás. Después de años de asumir que el gobierno lo debe solucionar todo, nos vemos enfrentados a una realidad que nos obliga a reflexionar sobre cómo el funcionamiento correcto de una nación debe conllevar una interacción positiva y justa entre los diversos actores de la economía. En realidad, hoy no se está protestando por el alza de los combustibles, se está protestando contra la injusticia social y la falta de visión para generar condiciones que permitan el desarrollo digno de todos los sectores de la sociedad ecuatoriana.
El malestar actual es evidente y pone de manifiesto la fragilidad de los pactos sociales sobre los cuales se asienta la estabilidad democrática del país. El alza de los combustibles es la cara visible del tedio que se viene gestando debido a las decisiones económicas erráticas y la sensación de abandono de un plan de gobierno con carácter social. En medio de este caos, urge un acuerdo nacional transparente, libre de las agendas partidistas, y enfocado a la construcción de una verdadera institucionalidad democrática que pueda hacer frente a los reclamos de los más diversos sectores de la población. Ecuador necesita verdaderos líderes sociales que asuman con responsabilidad y valentía la difícil tarea de construir una sociedad más justa y equitativa. Líderes que sumen a la sociedad y no que contribuyan a dividirla y polarizarla.
Tatiana Almeida Gutiérrez
Red de Liderazgo Iberoamericano para el Desarrollo