Encuentro de universitarios con el premio Nobel de la Paz: "el único propósito de las armas atómicas es el exterminio. Su abolición es el único camino que nos queda”.
Aquel agosto de 1945 el mundo cambió para siempre. Estados Unidos lanzaba dos bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki que dejaron miles de muertos, provocaron el final de la Segunda Guerra Mundial, y el principio de un auténtico infierno para los supervivientes. Más de 600.000 personas quedaron expuestas a la radiación de las bombas atómicas y unas 200.000 de ellas murieron...