El alcalde de Madrid reflexiona con jóvenes sobre la encíclica Fratelli Tutti del papa Francisco
“Eres verdaderamente libre en política cuando tomas decisiones por convicción sabiendo que te perjudican”
“En Madrid no tenemos un problema de integración. Los migrantes han venido a ayudar, construir y colaborar”
“Estoy en política porque la he entendido como el camino más corto para servir al interés general”, que debe ser, en esencia, la función del político: “el servicio a todos, incluso a los que no nos han votado, desde la convivencia, el encuentro y el reconocimiento en quien tiene ideas distintas como alguien que quiere mejorar la sociedad”.
Así es como concibe su cargo el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y así se lo ha expresado a los jóvenes que han estado presentes esta mañana en la Fundación Pablo VI en el diálogo sobre la Fratelli Tutti, organizado por Pastoral Universitaria de Madrid, la Delegación de Juventud de la Archidiócesis de Madrid y la propia Fundación Pablo VI y moderado por Fernando Bonete, profesor en la Universidad CEU San Pablo, y Rocío Solís, directora del Instituto Newman de la Universidad Francisco de Vitoria.
Ante un auditorio de más de un centenar de personas, en su mayoría jóvenes de las universidades públicas y privadas de Madrid, profesores, y opositores de las residencias Pío XI y León XIII, el regidor madrileño ha compartido su forma de hacer y entender la política, superando las diferencias y buscando los puntos comunes de acuerdo.
“Es posible otra forma de hacer política” y uno de estos ejemplos han sido los Acuerdos de la Villa, firmados en abril del pasado año en el peor momento de la pandemia, que supusieron un antes y un después en los plenos del ayuntamiento. “En ese momento, todos los grupos con nuestras diferencias, nos reconocimos como personas iguales que buscábamos lo mismo”, que era superar la situación crítica que se estaba viviendo. Y eso, ha añadido, está marcando una nueva forma de hacer política en Madrid. Y “cuando hay tantos partidos con líneas ideológicas diferentes que se ponen de acuerdo es que hay menos mirada al interés propio de la gente cree”.
Para Almeida, la Encíclica del Papa es, por tanto, “un acierto”, puesto que es una llamada “a ocuparnos de personas que están más cercanas y las que no lo están”. “El Papa nos pide una mayor cercanía, pero no solo con los que profesamos la fe y nos consideramos católicos, sino que tenemos que atender a todas las personas porque cada una es única e irrepetible, y eso lo tenemos que tener siempre presente”.
La libertad en política
La libertad ha sido uno de los mantras de la campaña electoral madrileña y sobre esa cuestión también le han querido preguntar los moderadores. ¿Qué es la libertad? ¿Cómo se combina esta exigencia con la demanda de techo, comida o educación? “El Papa hace una reflexión muy importante aquí”, ha dicho Martínez-Almeida. “Para mí, la libertad se tiene que conjugar con la necesidad de equilibrar la igualdad de oportunidades para que las personas puedan culminar los sueños que tengan en la vida. No todos somos enteramente libres para tomar las decisiones en nuestra vida si nos falta lo esencial”.
En el ámbito de la política, su concepto de libertad ha sido rotundo: “es poder actuar acorde a mis principios y convicciones”, y “tomar decisiones aun sabiendo que te van a perjudicar personal o electoralmente pero que son buenas para la mayoría”. “Ahí eres verdaderamente libre en política, tomando decisiones que sabes que te perjudican”.
Otro de los temas abordados a la luz de Fratelli Tutti ha sido el de la migración. Pese a los discursos que han surgido en campaña de situarla como un problema, el alcalde ha querido dejar claro que “en Madrid no tenemos un problema de integración” y que “los migrantes han venido a ayudar, construir y colaborar”. Medio millón de las 3.300.000 personas que viven en la capital vienen de fuera, ha dicho. Por lo tanto “hay que seguir trabajando para generar políticas de acogida, sobre para aquellos que llegan en una situación de máxima vulnerabilidad”.
¿Se ha generado un “narcisismo localista” con Madrid en la campaña? El alcalde de Madrid no cree que sea eso lo que se ha pretendido. “Madrid no es de nadie. Es de todos los que vivimos en esta ciudad”, muchos de ellos de fuera. El modelo que defendemos no es “ni identitario ni nacionalista, porque Madrid es de todos”, ha remarcado.
¿Dónde va el voto católico? ¿Es la religión propiedad de algún partido?, ha sido una de las preguntas de los universitarios. El alcalde de Madrid reconoce que no le gusta esa apropiación por determinados partidos de la religión, como tampoco esa apropiación de la izquierda de las causas sociales “no para darles soluciones”.
Desde su punto de vista, el problema actual de política es la polarización y que se busca ganar con soluciones a corto plazo. Cuando ves los datos del CIS y descubres que la política es un de los mayores problemas para los ciudadanos es que algo se está haciendo mal, ha lamentado. Por eso, “hay que tratar de parecerse menos a la política y más a la calle. Creo que así mejoraremos todos”.
Por último, el alcalde ha querido dar un mensaje para los jóvenes. “Que lideren ellos mismos la condena a las escenas que se han vivido en la calle”. Porque “los jóvenes deberían estar a la vanguardia de la sociedad para avanzar en los cambios”, ha concluido.