Si a lo largo de estos días se ha hablado de los grandes retos que afronta el liderazgo mundial: la sostenibilidad, la demografía, la seguridad, la movilidad, etc. la quinta sesión ha arrancado con la gran asignatura pendiente de la humanidad, que es la pobreza y la desigualdad entre países y zonas.
Si el objetivo de desarrollo sostenible número 1 marca la pobreza cero, las cifras indican que la brecha entre la riqueza y la pobreza extrema no cesa de aumentar, con un 85% de la población que vive con menos de 26 euros al día.
En España, el informe Análisis y Perspectivas 2021 de la Fundación FOESSA sitúa en 11 millones el número de personas en situación de exclusión (6 millones de ellos en situación de pobreza extrema), por muchos factores: falta de trabajo y vivienda digna, problemas de salud mental, precariedad laboral y falta de acceso a la tecnología y la brecha digital, tanto en la falta de acceso a la tecnología, como la falta de formación y capacidades para usarla.
Una situación que es, no solo un problema social, sino también moral, tal y como lo califica el secretario técnico de FOESSA, Raúl Flores. "La altura moral de una sociedad está en función de cómo se preocupa por los segmentos más desfavorecidos".
La sesión ha estado planteado a modo de diálogo entre el sociólogo y coordinador de Estudios de Cáritas y el empresario Alfonso Carcasona, en la actualidad CEO de AC Camerfirma, SA y profesor asociado de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Icade, tratando de responder a esta pregunta ¿tiene que cambiar el modelo económico? ¿economía social es sinónimo de decrecimiento?
Rául Flores, secretario técnico de Foessa
Raúl Flores lo tiene claro, “no podemos hacer lo mismo un año tras otro diciendo que este es el menos malo de los sistemas. Probemos y evaluemos en función del bien común” para colocarnos en el “paradigma humanista”. Porque “no podemos cambiar nada concreto si no generamos un modelo en el que la economía esté al servicio de la sociedad”.
Y eso implica también deberes y responsabilidades, les ha dicho Alfonso Carcasona, trabajando el bien común desde cada uno, no solo desde aquellos que crean empleo.
Alfonso Carcasona, CEO de Cammerfirma
En su intervención, el secretario técnico de Foessa ha alertado también de esa tendencia cada vez más frecuente de culpabilizar al pobre o dudar de si en realizad es merecedor de la ayuda que se le da, cuando muchos no perciben ningún tipo de ayudas por a la difícil burocracia para acceder a ellas y eso las sitúa automáticamente fuera del sistema.
En su opinión, aunque la gobernanza es mundial “no tenemos órganos competitivos que tomen decisiones globales y eso hace más difícil cambiar el sistema”.
Un sistema que sitúa a los niños entre los colectivos más vulnerables ante la pobreza, la inseguridad y la violencia. Así lo ha constatado Isla Ramos, subdirectora general de Save the Children, que les ha hecho una radiografía sobre la situación de la infancia en todo el mundo, los peores lugares para ser niño y aquellos donde se vulneran sistemáticamente sus derechos (como Afganistán)
Tras una breve exposición sobre su trayectoria profesional, Isla Ramos, experta en transformación, les ha animado a cambiar la perspectiva, con pasión, pero con organización y planificación.
Para esta jornada de formación se ha contado también con la presencia de Elena González Blanco, responsable global de gestión de patrimonio y seguros en el Banco Santander, quien les ha instado a entrar en la carrera de la tecnología como una alternativa y no como una opción.
Si el futuro del trabajo está condicionado por la forma que tengamos de adaptarnos a los cambios del mundo digital, Elena está convencida de que la formación para salir al mercado laboral tiene más que ver con las capacidades que con los conocimientos.
Elena González Blanco, Global Executive Vice President at Banco Santander
Con una visión marcadamente optimista sobre el papel de la tecnología digital en el futuro, Elena Gonzalez Blanco, cree que hay que considerarla una aliada, no una enemiga. Porque “se puede culpar a la tecnología de las cosas, pero somos nosotros quienes decidimos el modo en el que las usamos”.