Los límites éticos de la ciencia fue unos de los asuntos con los que se abrió la penúltima sesión del programa de liderazgo iberoamericano, que tuvo a Lluis Montoliu, investigador científico del CSIC y vicedirector del Centro Nacional de Biotecnología, como ponente. Sus estudios en el ámbito de la genética están orientados a combatir las enfermedades raras.
Durante la sesión, Montoliu hizo un repaso por los principales avances en este ámbito, desde el año 1975, cuando se desarrollaron las primeras técnicas de ingeniería genética para modificar células y proteínas de ADN, hasta el hallazgo del método CRISPR, pasando por la clonación de animales.
Todo esto, explicó Montoliu, lleva asociados una serie de límites éticos, puesto que en la ciencia no todo lo posible puede y debe realizarse además de que hay mucha literatura de ciencia ficción que da una visión errónea de las posibilidades de la ciencia.
La sesión dio lugar a múltiples preguntas e interacción con los jóvenes que mostraron sus dudas e inquietudes sobre los límites éticos de la investigación. Pero también sobre las oportunidades para mejorar la calidad de vida de las personas.
Visita al Congreso de los Diputados
Tras el encuentro, los jóvenes visitaron el Congreso de los Diputados y tuvieron un encuentro con dos diputadas Marta González, portavoz adjunta del PP en el Congreso, y Belén Hoyo, portavoz de Iberoamérica en la Comisión de Asuntos Exteriores. Con ambas compartieron visiones sobre política, cooperación y legislación en asuntos sociales, como la llamada Ley del solo sí es sí y la ley trans.
En sus intervenciones, se abordó también cómo trabajar en una mayor colaboración con la región iberoamericana y cómo convencer a los socios europeos de la necesidad de establecer esta cooperación para evitar la supremacía de China, que está irrumpiendo de una manera muy agresiva en la zona.
La última sesión, a cargo de Pedro Linares, doctor ingeniero y director de la Cátedra BP de Energía y Sostenibilidad de Comillas, abordó la importancia de promover una transformación energética que vaya desechando paulatinamente los combustibles fósiles. Porque la combustión de este tipo de combustibles es la principal causa del calentamiento global y del cambio climático. Para evitar esto es necesaria una migración hacia energías y economías limpias, pero no sólo. También se necesita planificación, unas señales económicas adecuadas, un porcentaje alto de innovación, concienciación y formación.