Ensayos de última hora, esperas a pie de aula, repasos al guion…los seis alumnos del Máster Universitario de Doctrina Social de la Iglesia que defienden en esta jornada su Trabajo Fin de Máster sobrellevan los nervios como pueden. Algunos lo harán presencialmente, en la Fundación Pablo VI, en Madrid, otros, a través de videollamadas, desde el otro lado del atlántico, en distintos países de Latinoamérica.
La VII edición del Máster Universitario de Doctrina Social de la Iglesia que acaba de finalizar ha contado con 21 alumnos, que defienden sus TFM en varias jornadas repartidas en junio, julio y septiembre.
“Te cuento un secreto, estoy más nervioso de lo previsto porque he invitado a mi familia”, me explica Íñigo, el primero de la lista. “Exponer frente a un tribunal siempre tiene su dificultad, pero una vez metido en faena, está chupao”, asegura medio en broma, medio en serio, para quitarle hierro al asunto.
Los profesores llegan puntuales y comienza la jornada de evaluación. “Hay nervios, claro. Por parte de los profesores y por parte de los alumnos. Más por parte de los alumnos porque tienen que hacer las cosas bien, hay que pensar bien la Doctrina Social de la Iglesia. Las cosas en la Iglesia no pueden ser chapuceras”, explica Roberto Noriega, uno de los profesores del Máster. “Les impone un poco que haya tres personas validando su trabajo, pero uno es el tutor, así que se resuelve con facilidad”, asegura Fernando González, otro de los profesores, y da las claves para salir airoso de la evaluación. “Lo importante es que sean ellos mismos, que pongan sobre la mesa lo más interesante del trabajo y desarrollen bien las conclusiones”.
Un poco más tarde le llega el turno a otro alumno, Juan Antonio. “El Trabajo de Fin de Máster te ayuda a hacer un resumen de todo aquello que se ve a lo largo del curso, pero aplicándolo a una parcela muy concreta, en mi caso, ha sido un trabajo dedicado al tema de Cáritas como agente de desarrollo humano integral y del bien común”, explica, una vez superada la evaluación oral. “Estoy muy contento con cómo me ha salido”, asegura. Otros alumnos, que no defienden hoy su trabajo, vienen a ver como lo hacen sus compañeros para poder hacerse una idea y ensayar mejor. Es el caso de Lurdes, a la que le toca en septiembre.
Tres de los profesores del Máster charlan en la Fundación Pablo VI
El perfil del alumno del Máster de Doctrina Social de la Iglesia es muy variado. Muchos proceden de Latinoamérica y viven en países como Cuba o Perú. Algunos son sacerdotes y otros laicos. “Un perfil que va creciendo año a año es el del laico español que está trabajando en cuestiones de la Iglesia relacionadas con la acción social, que tiene interés en ampliar sus conocimientos y al mismo tiempo tener una mayor fundamentación teológica y de la Doctrina Social de la Iglesia con respecto al trabajo que desempeñan”, nos cuenta Francisco José Andrade, también profesor del Máster. Este último perfil del que habla Andrade es el caso de Juan Antonio, trabajador de Cáritas en Almendralejo, Badajoz. “Decidí hacer este Máster porque estaba muy interesado en profundizar en el Magisterio Social de la Iglesia sobre todo de cara a dar una perspectiva más profunda de mi trabajo en Cáritas”, explica.
Este título universitario es una oferta para reflexionar sobre el mundo de hoy, complejo y en cambio, desde los criterios de la Doctrina Social de la Iglesia. Se realiza un análisis de la realidad del mundo en el que vivimos y los criterios por los que se mueve. También se hace una propuesta de acción que pasa por el diálogo con el mundo. “El Máster habilita en tres dimensiones, a nivel personal, para poder dialogar en el espacio público; a nivel laboral, para liderar organizaciones sociales que buscan un mundo más justo y fraterno; y como cristianos, para dialogar con otros agentes”, resume Sebastián Mora. Muchas de las asignaturas se basan en un primer análisis de la realidad en la que vivimos, por lo que cambian de año en año. “Tenemos que pensar y pensarnos desde las claves de nuestra época”, asegura Mora.
El Máster en Doctrina Social de la Iglesia es una oferta histórica de la Fundación Pablo VI y, desde hace casi una década, tiene carácter de título universitario en convenio con la Universidad Pontificia de Salamanca. Con ello, no solo se dota a esta formación de la excelencia académica, sino que habilita también para estudiar un doctorado.La matrícula para el nuevo curso está abierta hasta el 5 de septiembre.
Laura Negro Ferrari.
Periodista
Departamento de Comunicación Fundación Pablo VI