La inteligencia artificial presenta un potencial transformador inmenso, pero también múltiples riesgos. Aunque la Unión Europea no está a la cabeza en innovación tecnológica, lleva varios años desarrollando el llamado AI ACT, un esfuerzo común entre los organismos reguladores europeos, empresas, expertos en IA y sociedad civil con el objetivo de proteger los derechos fundamentales de las personas, garantizar la transparencia en la toma de decisiones de los sistemas de IA y establecer mecanismos de rendición de cuentas. Sin embargo, aunque esto no supone una regulación en sí misma, sí puede situarla en una posición de desventaja frente a los principales actores tecnológicos, además de resultar inasumibles, entre otras, para algunas pequeñas y medianas empresas.
Este será el tema del que se hablará en la próxima sesión del Seminario ¿Cómo responde Europa?, que tendrá lugar el día 14 de marzo, con la ponencia de Idoia Salazar, presidenta de OdiseIA; y la respuesta de José Luis Calvo, cofundador de Diverger.
Su ponencia irá seguida de los comentarios del grupo de expertos del Comité que, cada mes y durante dos años se reúnen en la Fundación Pablo VI en este tercer seminario sobre la revolución de trabajo y la gobernanza de la tecnología desde la respuesta de Europa.
Las sesiones se pueden seguir en directo a través del canal de Youtube de la Fundación Pablo VI. Con todas ellas, después, se elaborará una publicación que pretende servir como herramienta de apoyo para instituciones públicas, privadas y actores políticos, sociales, económicos y tecnológicos.
El programa también incluye una jornada internacional sobre Ciudadanía europea participativa en el pensamiento social cristiano, en colaboración con el Istituto Paolo VI de Brescia (Italia), en la que estarán presentes, entre otros, el expresidente del Consejo Europeo Herman van Rompuy; el presidente de la Comisión de los episcopados europeos COMECE, Mons. Mariano Crociata, y su secretario general, P. Manuel Barrios; los juristas Francesco Bestagno y Leonce Bekemans; los historiadores Juan María Laboa y Florentino Portero; o los exministros Ana Palacio e Íñigo Méndez de Vigo.