La Agencia Española del Medicamento ha puesto en marcha un procedimiento de evaluación acelerada (fast-track) por el cual un ensayo podría aprobarse en 31 días, si cumple una serie de requisitos, entre ellos, que sea para tratar enfermedades gravemente debilitantes o que ponen en peligro la vida del paciente y que no tienen alternativa terapéutica.
José Ramón Amor Pan, Coordinador del Observatorio de Bioética y Ciencia de la Fundación Pablo VI, aseguró que las agencias de medicamentos son entes “muy serios” y rigurosos que actúan siempre con “garantías y sin dilaciones indebidas”, durante su intervención en el programa Ecclesia al día de TRECE. “Tendrán razones muy poderosas” para crear este procedimiento. José Ramón Amor apuntó que uno de ellos puede ser el movimiento de muchas asociaciones de enfermos que reclaman más celeridad a la hora de encontrar soluciones a enfermedades incurables o minoritarias.
José Ramón Amor, durante su intervención en el programa Ecclesia al día de TRECE.
El Coordinador del Observatorio de Bioética y Ciencia de la Fundación Pablo VI aclaró que las personas que participan en un ensayo clínico en Europa no cobran ningún dinero, tampoco los facultativos. “Los pacientes que participan son personas muy altruistas, porque muchas veces saben que es demasiado tarde para ellos ellos pero se prestan para que avance la ciencia”.
José Ramón Amor apuntó que hay dos cuestiones fundamentales a la hora de que un paciente acepte realizar un ensayo. La primera es que “el enfermo tiene que estar informado de en lo que se mete” porque a veces no reciben la molécula y sólo son del grupo de control, dándoles un placebo. La segunda, es que todo estudio tiene sus límites. “No puedes exponer al enfermo a más riesgo de los beneficios que pueda tener el ensayo”.
Puede ver la intervención de José Ramón Amor aquí, a partir de la hora 2:07:16:
Ecclesia al Día