La visita al Congreso de los Diputados es ya habitual dentro del programa de Liderazgo Iberoamericano de la Fundación Pablo VI. Este lunes, 28 de marzo, los 15 jóvenes han tenido la oportunidad de recorrer la sede del Congreso de los Diputados, en la carrera de San Jerónimo, donde han mantenido, además, un encuentro con los expresidentes de la Cámara Baja, Ana Pastor y Patxi López.
Tras recorrer las principales salas del Palacio de las Cortes: salón de los Pasos Perdidos, Escritorio del Reloj, Escritorio de la Constitución, y el Salón de Sesiones, los participantes en el programa de liderazgo iberoamericano han tenido un encuentro con la diputada popular y el diputado socialista, quienes les han explicado el valor de la política como una herramienta para cambiar las cosas; y la administración parlamentaria como un oficio noble, que debe hacerse “desde la eficiencia y la eficacia”.
En sus intervenciones, han defendido la solidez de nuestra Constitución, sobre la que se asientan los cimientos de la convivencia, la igualdad entre hombres y mujeres, la prosperidad y la presencia en Europa; de nuestra Democracia, que nos ha dado los mejores 40 años de nuestra historia; y del sistema parlamentario español, basado en la democracia representativa, que es un reflejo de la pluralidad de la propia sociedad.
Del mismo modo, han dicho, nuestra Carta Magna nace de un acuerdo transversal, con el consenso y acuerdo entre diferentes. Partiendo de esta base, cambiarla solo podría hacerse con acuerdos transversales, para que siga siendo de todos.
“El buen líder tiene que ser consciente de que no puede saber de todo”
Sobre el personalismo en política, los dos veteranos políticos han coincidido al afirmar que la buena política tiene que huir de eso, porque solo así puede hacer grandes políticas de Estado. En este sentido, desde su punto de vista, la política no es sin la ideología y no conciben esa idea de querer transformar las cosas fuera de unas convicciones éticas concretas.
“El buen líder tiene que ser consciente de que no puede saber de todo”, les han dicho para ahuyentar cualquier tentación personalista o populista de pensar que los problemas complejos se pueden resolver con respuestas simples. La nueva política, “que se ha hecho vieja antes de tiempo”, en palabras de Patxi López, ha creído que cambiando los formatos cambiaría la realidad. Y, al final, al extremarse, no ha hecho sino aumentar la fractura social. Ambos han reclamado la centralidad en política, que no tiene por qué coincidir necesariamente con el centro político, y el deber de rectificación, sobre todo cuando lo que está en juego es el dinero de todos.
Otro de los temas abordados, surgidos por las preguntas de los participantes, ha sido, por ejemplo, el de la igualdad. Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, ha lamentado que, “si bien en España la igualdad es legal, no es tan real como debería”, puesto que son las mujeres las que más paro sufren, tienen salarios más bajos y tienen mayor responsabilidad en el cuidado de las personas dependientes. Por eso, ha concluido, hay que seguir trabajando “por una igualdad real y no solo legal”.