El nuevo concepto de movilidad, la democracia y el cuidado como valor político son tres temas clave para un liderazgo humanista. Juan Fernando Acebrón, director de Relaciones Institucionales y Gubernamentales de Ford España impartió una masterclass sobre los desafíos de la nueva movilidad. El economista y ex ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, reflexionó sobre la democracia radical y el director académico de la Fundación Pablo VI, José Ramón Amor, habló sobre el cuidado como valor político.
Juan Fernando Acebrón: los desafíos de la nueva movilidad
Juan Fernando Acebrón hizo un resumen del panorama actual de la industria del automóvil. Tres son los factores que están condicionándola: la transformación tecnológica, la presión externa y el contexto económico.
La transformación tecnológica consiste en la electrificación, la conectividad y la digitalización de la producción y las ventas que requieren grandes inversiones en investigación, desarrollo y nuevas cadenas de suministro.
La presión externa viene de las regulaciones gubernamentales sobre emisiones, la demanda de vehículos sostenibles por parte de los consumidores y la competencia entre las distintas empresas automovilísticas.
Profesor y alumnos debatieron sobre las razones por las que la implantación del coche eléctrico en España no va a la velocidad que se esperaba. De hecho, 9 de cada 10 coches que se venden siguen siendo de combustible. Juan Fernando Acebrón puso de ejemplo Portugal, un país en el que se vendió un 40% de coches eléctricos el año pasado. Las razones son varias: las ayudas del gobierno a aquellos que compran coches eléctricos, las infraestructuras son muy buenas y los puntos de recarga están muy bien señalizados y difundidos con un plan estratégico de comunicación. En España, sin embargo, la percepción es que faltan puntos de recarga. “A España le queda mucho trabajo por hacer”, puntualizó Acebrón.
Jordi Sevilla: Democracia radical
Jordi Sevilla quiso dar a los jóvenes unos consejos sobre liderazgo antes de meterse en su materia, la democracia. Les explicó que para ser un buen líder hace falta conocerse muy bien a uno mismo, saber cuáles son tus puntos fuertes y potenciarlos. Además, es necesario escuchar a los demás porque da conocimiento y así podemos decidir con más criterio. Es necesario mantener una actitud abierta a lo que no sabes y aprender siendo crítico.
¿Por qué están pasando cosas que nunca pensamos que pasarían?
Con esta pregunta Jordi Sevilla introdujo el tema de la democracia a los diez jóvenes becados. Cuestiones como que Meloni o Trump lleguen a la presidencia, la guerra fría entre China y USA o la guerra de Ucrania eran impensables hace diez años.
Jordi Sevilla atribuye estos acontecimientos a distintos errores que se han cometido, a promesas no cumplidas y al hecho de no ver las consecuencias que tendrían unos y otras.
Para explicar esta serie de “malos pasos” hizo un repaso a los acontecimientos que han marcado el siglo XXI. La caída del muro de Berlín en 1989 marcó un periodo de expansión del capitalismo que hizo creer a los estrategas la posibilidad de que, acompañado de este libre mercado, llegaría la democracia a determinados países como China. La Historia ha demostrado que fue un error de cálculo.
La crisis mundial de 2008 fue otro acontecimiento que marcó el transcurso de la democracia mundial. El Estado vuelve a intervenir rescatando a entidades bancarias en todo el mundo y se consigue que los mercados se regulen, pero comienza a haber descontento y resistencias a nivel de la población. El ascensor social deja de funcionar. Te prometen que puedes prosperar con tu propio esfuerzo, pero en el fondo lo importante es que tus padres puedan ayudarte porque si no es imposible llegar a cuestiones básicas como la vivienda.
El resultado del enfado de la población es el surgimiento de los populismos tanto de izquierdas como de derechas como forma de castigo a los partidos políticos tradicionales y menos radicales que no han hecho los deberes.
El cuidado como valor político
Si a esto se añade un paradigma basado en el utilitarismo y en el corto plazo, el resultado es una política que olvida el bien común, que no es lo mismo que el interés general, tal y como explicó el director académico del programa de liderazgo, José Ramón Amor Pan. En su clase, la última de la jornada, abordó el cuidado como valor político, en un contexto en el que esta noción de cuidado ha perdido su valor frente a un modelo antropológico que va desechando a los más vulnerables: enfermos, ancianos o personas con discapacidad. Un modelo que acaba traduciéndose en decisiones políticas que tienden a abordar la vida, la muerte o la enfermedad desde concepciones utilitaristas. Citando a autoras como Adela Cortina o Carol Gilligan, Amor Pan habló de la necesidad de introducir el cuidado como el factor que rija las políticas públicas a la hora de tomar unas decisiones frente a otras. “La política es el arte de tomar decisiones para gobernar un determinado estado y siempre se van a priorizar a la hora de tomar decisiones unas cosas por encima de otras. No es imposible que el cuidado sea el eje de las políticas públicas. Lo que hace falta es que queramos”. Como receptores de este programa de liderazgo humanista, les hizo una invitación a “ser hombres y mujeres que, con vuestras debilidades y fortalezas contribuyáis a crear un entorno de cuidado en el que no quede nadie al margen y que los más débiles no se sientan una carga”.