19/02/2025
Presentación del libro “El trabajo se transforma”
25-27/02/2025
Hackaton IA para colectivos vulnerables.OdiseIA4Good
19/02/2025
Presentación del libro “El trabajo se transforma”
25-27/02/2025
Hackaton IA para colectivos vulnerables.OdiseIA4Good
“La energía de las personas para trabajar con creatividad, innovación y compromiso es un material sensible que está siempre relacionado con la ética y la integridad. Es el elemento esencial para que todo tu currículum, tu experiencia y tu pensamiento estratégico acabe teniendo éxito y cree valor”. Esta es la premisa de la que partió María Lladró para escribir un libro sobre la ética en las empresas. Vio que era importante reflexionar sobre ciertas ideas que convierten a las personas en grandes líderes y transforman equipos.
María Lladró fue consejera y directiva de la empresa Lladró durante más de dos décadas y pertenece a la Red Global BVC para el desarrollo de equipos y organizaciones de alto rendimiento. Su libro “Las siete carpetas de Angelique. Un relato sobre la ética en la empresa” presenta, de una manera original, a través de un relato de ficción, siete ideas sobre el valor de la ética y del juego limpio en una organización. Las protagonistas de la historia son Clara y Angelique. Clara es una joven recién nombrada directora de marca en una empresa de cosméticos, un puesto que lleva desierto 6 meses y que anteriormente ocupó Angelique, una directiva madura. Entre la documentación de su predecesora encuentra una carpeta con siete ideas sobre el liderazgo que le hará replantearse algunas de sus creencias a la hora de liderar un equipo.
En la presentación del libro quisimos hacer un guiño a su planteamiento, convertir a María Lladró en Angelique y presentarle a siete mujeres jóvenes y líderes, que podrían encarnar perfectamente a Clara. Cada una de ellas le expuso sus dudas profesionales, sus contradicciones o sus reflexiones sobre una de las siete ideas del libro.
1. El líder como guía y referencia
Mabel Torres, periodista de El Toque, una publicación independiente cubana, fue la primera joven encargada de hablar sobre el líder como guía y referencia con María.
La ética debería ser transversal en toda organización, pero a veces es fácil perderla de vista cuando se suceden cambios tan rápidos y radicales como pueden ser los actuales; la IA y otras tecnologías punteras. ¿Cómo puede seguir siendo un líder guía y referencia en los nuevos tiempos sin dejar atrás la ética?
María Lladró apuntó que a priori “la ética no está en contradicción con nada”, no tiene porqué estarlo con la tecnología. Quizá sí se puede dar el caso de utilizar la tecnología para conseguir sólo puro beneficio. Se necesita un cambio del modelo económico de capitalismo centrado en el beneficio por uno centrado en el valuismo, en la generación de valor. Así “podríamos combinar la ética con el beneficio y tomaríamos otro tipo de decisiones”. Ver al otro como una persona y no con como un recurso.
2. El tóxico conflicto de interés
Loreto Crespo, CEO y cofundadora de Genotipia, puso un ejemplo personal para hablar del tóxico conflicto de interés, la segunda idea del libro de María Lladró. “Tengo un conflicto interno porque como CEO de una empresa tienes que velar por el bienestar de tu empresa, pero también te surgen otras actividades como por ejemplo estar hoy aquí. Y yo me pregunto ¿esto da negocio directo a mi empresa?”. Loreto hizo esta reflexión para explicar que a veces no sabía si participaba en ciertos eventos porque beneficiaban a su negocio o por ego personal. María le aconsejó que siguiera haciendo actividades que le nutrieran y le conectaran con otras personas porque sin duda es un valor que luego beneficia a la empresa quizá no directamente, pero sí a largo plazo.
La segunda pregunta de Loreto fue muy directa y más relacionada con la ética en la empresa en general. ¿Tú crees que para crear una gran empresa es necesario ser un tiburón o se puede ser una buena persona? María explicó que si “usas la amenaza y el chantaje es probable que hagas una gran compañía” pero que también se puede llegar a tenerla con “rendimiento y sentido de la justicia”. María habló de su propia experiencia en Lladró, que llegó a estar en 123 países y contar con 2.500 personas que ponían “el corazón y la cabeza”.
3. La heroica valentía
Marta García Bruno, periodista y profesora en la Universidad Francisco de Vitoria, reflexionó sobre la valentía que, a veces, un líder debe tener para ser sincero, atreverse a ser innovador, escuchar al otro sin juzgar y trabajar con distintos perfiles. Marta preguntó a la autora cómo “atreverse a pensar en voz alta” sin miedo a ser juzgado o equivocarse. María le contestó que “hay que ser muy valiente para reconocer errores” pero es muy necesario porque “si se tapan no sabes dónde estuvo el fallo”. La capacidad para hablar en voz alta necesita también de un entorno seguro en el que “no te juzguen” y puedas expresarte libremente. Gracias a esta libertad, llega la innovación y la creatividad a sus cotas más altas.
4. Rodéate de buena gente
María Jové, Máster en Liderazgo, Política y Buen Gobierno del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social de la Universidad CEU San Pablo y colaboradora en CEFAS, fue la encargada de hablar con la autora de la idea “rodéate de buena gente”. María quiso saber un poco más sobre la experiencia de la autora durante sus años trabajando en Lladró. Esta le contó que siempre se había fijado mucho en la coherencia de las personas. Debido a que se trataba de una empresa familiar, María Lladró tuvo mucha libertad para moverse por la compañía a sus anchas. Veía cómo los jefes trataban a sus empleados y luego lo que contaban en el consejo de administración. “Pude ver esas dos caras, la compañía por arriba y por abajo”. Un buen líder tiene que fijarse bien en aquellas personas que realizan su trabajo sin destacar demasiado, porque quizá sólo necesitan una oportunidad para brillar.
5. Recobrar el valor de la palabra
Marisa Domingo Calap, Cofundadora y CEO de Evolving Therapeutics, reflexionó sobre cómo las palabras tienen el poder de construir relaciones y deben ser coherentes con las acciones. ¿Cómo se puede construir y mantener la confianza a través de la palabra, algo fundamental para un liderazgo ético? María explicó que lo más importante es cumplir la palabra dada para crear confianza y bienestar en los trabajadores. “Qué bonito es cuando el jefe se acuerda y cumple lo que te ha dicho. O si no lo cumple, te da una explicación de porqué no puede hacerlo”.
6. La generosidad de un directivo
África Bertrán, presidenta de Global Shapers en Valencia, conversó sobre la importancia de que un directivo sea generoso con la retribución, a la hora de compartir información o de dar confianza. África quiso ir más allá y le planteó a María que, así como cuando buscamos a un empleado, sabemos qué entrevista hacerle para saber si es el que nos interesa ¿Qué habría que preguntarle a un directivo, si pudiéramos hacerle una entrevista, para saber que es con el que queremos trabajar? María reflexionó sobre la importancia de averiguar si sus valores coinciden con los nuestros. “Muchas veces seleccionamos a las personas por competencias y luego las despedimos por valores”.
7. La ineludible exigencia
Cristina Martínez-Tercero, responsable Legal y Compliance del Grupo Integra, confesó que ella era muy exigente y que había comprendido perfectamente el argumento de María Lladró que plantea en su libro que la exigencia a la hora de trabajar es ineludible para que la promesa de valor hecha al cliente se cumpla. El consejo que pidió a María es ¿cómo ponderamos el valor de la exigencia con otros valores que tienen que estar presentes en un liderazgo humanista para ser justos en las decisiones que tomamos? María admitió que administrar la exigencia es un arte, pero que hay que evitar sobrecargar de trabajo a aquel que siempre cumple mientras el vago se “escaquea” porque se produce una situación de injusticia.
Seguir tu propio camino
María Lladró dio las gracias a las siete jóvenes y les quiso transmitir una última idea. Había escrito el libro como unas primeras reflexiones, pero cada una tenía que ir sacando sus propias conclusiones e ir haciendo su propio camino. El acto estuvo presentado por Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI. Se celebró en el nuevo espacio de la Fundación Pablo VI, el Ágora, un espacio moderno y exclusivo pensado como punto de encuentro o zona de trabajo, pero también como un lugar ideal para realizar eventos.