Desde antiguo, una parte no pequeña de nuestros conocimientos sobre el cerebro y el sistema nervioso en general proviene de experimentos en animales. Los modelos animales siguen siendo a día de hoy fundamentales e irremplazables para el progreso en el ámbito de las Neurociencias, ésa es la pura verdad.
La consideración moral de los animales ha variado mucho, tanto diacrónica como sincrónicamente, a un mayor respeto y sensibilidad respecto hacia ellos. Tenemos la obligación de reemplazar, reducir y refinar la utilización de los animales en la investigación todo lo que sea posible, claro que sí, y maximizar al máximo el bienestar animal. Pero nos estamos pasando de frenada, y más de uno está rayando la idiotez y el fanatismo, incurriendo incluso en actitudes agresivas fuera de toda legitimidad moral.
Considerando el importante peaje que se ha de pagar en forma de sufrimiento humano a causa de las enfermedades del sistema nervioso, es claramente inmoral no utilizar con sabiduría todos los recursos que la Naturaleza nos proporciona para conocer cómo funciona el cerebro en condiciones normales y en la enfermedad, incluidos los animales, y así poder llegar a un tratamiento para las enfermedades neurológicas, tan devastadoras para quien las sufre como para su entorno próximo.
Y sí, claramente me decanto a favor de la especie humana puesto en la tesitura de tener que elegir o jerarquizar. El valor de los animales -que no los derechos de los animales- no es absoluto y decae ante el valor absoluto de los seres humanos, que sí son sujetos de derechos porque también lo son de deberes. La muerte (y el dolor) de un ratón para nada es equivalente a la muerte (y el dolor) de un ser humano.
Termino llamando la atención sobre esa imagen universalista y progresista que de sí mismos proyectan quienes defienden los derechos de los animales y la liberación animal, calificándonos al resto de los mortales como seres malvados, carpetovetónicos e ignorantes.
José Ramón Amor Pan
Coordinador observatorio Bioética y Ciencia
Fundación Pablo VI
*El coordinador del Observatorio de Bioética y Ciencia ha participado en una mesa redonda sobre “La utilización de animales en la investigación neurocientífica” en el contexto del 18 Congreso de la Sociedad Española de Neurociencia, en Santiago de Compostela
