Probablemente Ángel HERRERA ORIA, (Santander 1886- Madrid 28 de julio de 1968), nombrado Cardenal en 1965, por Pablo VI, es la figura eclesiástica más importante de la España del siglo XX, o una de las más grandes, incluidos los santos, súbitos o no tanto. Incluso añadiría que es una personalidad civil y social de gran relieve. Un “grande de España” por sus aportaciones al bien común, (su lema fue: “pro bono communi”), a la Iglesia y a España. Sin embargo, es un DESCONOCIDO, o poco conocido y mal conocido, en la propia Iglesia, en la Sociedad política y civil, y hasta en sus más fieles seguidores. Triste, pero así es. Por eso y por otras razones me duele Herrera Oria, como me duele la Iglesia y me duele España.
He dicho “desconocido” y no OLVIDADO, porque, en realidad, ha dejado mucha huella, como Obispo en su diócesis de Málaga, su ciudad de “adopción”; en Santander en sus inicios sacerdotales; y como seglar, primero, y Obispo de “España entera”, después, (entre celos y recelos de los colegas y superiores), en todas las obras y fundaciones que hizo y puso en marcha. Jurista de formación, fue Abogado del Estado, pero no ejerció, por dedicarse a la Acción Católica; con el jesuita P. Ayala fundó la Asociación Católica de Jóvenes Propagandistas que, actualizada hoy, continúa con las ideas de Herrera; luego vendrían la Editorial Católica; el periódico “El Debate” que dirigió 22 años y la Escuela de Periodismo de “El Debate” que, después de la Guerra Civil, se convirtieron en el diario “YA” y la Escuela de Periodismo de la Iglesia.
(Dirección El Debate)
En 1933 funda el Centro de Estudios Universitarios (CEU), la gran obra formativa del Herrera, que es hoy un gran complejo universitario, aunque la figura del fundador haya quedado diluida y reemplazada por la ACdeP. Otro tanto sucede con el Colegio Mayor San Pablo, que cuando Herrera Oria pone en marcha el Colegio Mayor Pío XII y la Escuela de Ciudadanía Cristiana (1961) motiva la pregunta de Jesús García Valcárcel, fiel colaborador de Herrera y antiguo Presidente de Caritas Española, de si estamos ante lo mismo o es una nueva iniciativa. Herrera le confirma que es un paso más y más social. Respuesta que coincide con la afirmación de Francisco Guijarro, también ex Presidente de Caritas y de la ACdeP, de que Herrera está en “otra guerra” (ver García Escudero pg. 313 “De periodista a Cardenal”, BAC 1998).
Esto significa que en la biografía del Cardenal Herrera Oria hay dos tiempos: “antiguo testamento”, cargado de éxitos que perduran; y el “nuevo testamento” pleno de éxitos, pero con fecha de caducidad. Las utopías no fracasan, lo que falla es la realidad. Así pasó con el Cardenal Herrera Oria.
A partir de la idea de la Escuela Social Sacerdotal de Málaga que se copió en otras 3 diócesis (Vitoria, Valencia y Oviedo), en 2 Universidades (Salamanca y Comillas), y estuvo a punto de exportarse a otros países, Herrera Oria funda el Instituto Social León XIII (1951), con el mismo objetivo que la Escuela Sacerdotal: no hacer sociólogos, sino buenos sacerdotes y seglares, con conocimientos de sociología y, sobre todo, de la Doctrina Social de la Iglesia para fundamentar y potenciar la pastoral social. El Instituto, con profesorado universitario de la Complutense y Autónoma, amén de otros especialistas en ciertas materias, alcanzó un gran prestigio y llegó a ser primero Sección de Ciencias Sociales de la Facultad de Filosofía (1964), y luego Facultad de Ciencias Políticas y Sociología (1971) de la Universidad Pontificia de Salamanca, con título oficial (1977). Fue la OBRA CUMBRE, ECLESIÁSTICA Y SOCIAL de HERRERA ORIA para la difusión de la DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA.
Años más tarde, en 1961, fundaría la Escuela de Ciudadanía Cristiana, con sede en el Colegio Mayor Pío XII, para formar “minorías selectas” conocedoras de la Doctrina Social de la Iglesia y de la realidad social española, para “reformar las instituciones, incluido el Estado” (el Estado autoritario, que tardaría aún más de 15 años en desaparecer). Un planteamiento refrendado por Pablo VI, con el nombramiento de Cardenal a Herrera Oria en 1965, para reforzar su posición frente al sistema político vigente. El Instituto Social Obrero, previsto en el edificio Pío XI, no llegaría a ponerse en marcha.
La utopía incompleta de Herrera Oria
Ángel Herrera quería formar sacerdotes, universitarios y líderes obreros que vivieran juntos en torno al Instituto Social León XIII y la Escuela de Periodismo de la Iglesia, y que fueran focos y fuentes de conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia. Pero su fallecimiento, sin sucesión más allá de la Fundación Pablo VI, heredera de su legado, y luego, los cambios sociales y políticos; la creación de Facultades de Sociología; la lucha por la libertad sindical del movimiento obrero; la crisis del mecenazgo y de la propia Iglesia que abandona el “nacionalcatolicismo” y se sitúa en la oposición política, no ayudaron a que las “utopías sociales” de Herrera Oria tuvieran continuidad.
La Facultad de Ciencias Sociales, heredera del Instituto Social León XIII, y la Escuela de Periodismo de la Iglesia, sucesora de la Escuela de “El debate” desaparecieron. La Escuela de Ciudadanía Cristiana quedó como un espíritu de las cinco primeras promociones y perdió su rumbo, antes de que su fundador falleciera, en 1968. Sin embargo, quedó la huella que reunió a cerca de 300 antiguos colegiales del Pío XII, de toda España, para celebrar el 50 aniversario del Colegio. Pese a estas circunstancias, la memoria del Cardenal Herrera Oria siguió viva.
Se abrió el proceso de canonización que sigue adelante; se publicaron monografías sobre su vida y sus obras ( en un gran estudio se le compara con el Cardenal Newman); la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria se preocupa de su memoria y promueve el premio, con su nombre; está muy presente en los Encuentros: “Cristianos y vida pública” de ACdeP y el CEU; el propio Colegio Mayor Pío XII y la Asociación de Antiguos le recuerdan; las Comisiones Episcopales de Apostolado Seglar y Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, con la Fundación Pablo VI promovieron dos seminarios, en dos años consecutivos, 2013 y 2014, con el significativo título “Testigos de ayer, estímulos para el laicado de hoy.”, cuyo resumen fue publicado como libro testimonio por EDICE 2015. No es casualidad que el primer testigo, en las primeras jornadas y el primer texto del libro fuera sobre Ángel Herrera, ponencia de José Sánchez, uno de los máximos especialistas en su vida y obra. Se acaba de presentar un excelente libro homenaje con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento: “Historia de la Escuela de Periodismo de la Iglesia” de Felipe Ruiz Alonso, que fue Director del Colegio Mayor Pío XII y es Presidente de los Antiguos Alumnos, quien ha hecho un magnífico trabajo como historiador y sociólogo, recogiendo testimonios y analizando los trabajos de los alumnos de la Escuela; libro vivo y valioso documental de anexos y datos.
Herrera Oria, como fino jurista, creó una estructura o una organización para la “división de poderes” en “El Debate”, que ha trascendido a las empresas periodísticas, empezando por “Ya” y llegando hasta “El País”: “consejo de administración” de la sociedad; “consejo editorial” del periódico (ideológico), y “consejo de redacción” para la participación de los periodistas en la confección del diario (técnico). Aquilino Morcillo, Director del “YA”, profesor de la Escuela y jurista, alababa la “inteligencia práctica” de este esquema para evitar conflictos en la empresa periodística. Aportación que no es muy conocida.
Nosotros mismos, estamos publicando una serie de artículos en el periódico MAS de las Hermandades del Trabajo, fundadas por D. Abundio GARCIA ROMAN, hace 70 años y que llegaron a tener, en sus mejores tiempos, más de 100.000 afiliados en toda España. Es un homenaje bajo el epígrafe: “CARDENAL HERRERA ORIA: APOSTOL DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA” y debí añadir: en España, pero no lo hice. No creo que se ofendan el Obispo von Ketteler, los Cardenales Mercier o Cardinj, o Albert de Mun, también apóstoles en sus países. Por cierto, D. Abundio, con sus Hermandades del Trabajo, fue otro de los protagonistas del primer Seminario de “Testigos de ayer…para el laicado de hoy” y fundador de la Escuela Juan XXIII, la que le faltó a Herrera Oria.
No podemos olvidar que, también, el Instituto Social León XIII ha tenido una cierta continuidad en el Master en Doctrina Social de la Iglesia (a distancia) de la Universidad Pontificia de Salamanca (Campus de Madrid); que en los locales del León XIII y del Pío XI funcionan residencias femenina y masculina de opositores y postgrado; que el Instituto Superior de Pastoral de la Facultad de Teología de la Universidad de Salamanca tiene su sede y biblioteca compartida con los otros centros, incluido el “Centro de Conferencias Pablo VI”. Todos ellos contribuyen a dejar huella del espíritu del Cardenal Herrera en cuanto a formación y compromiso con la Iglesia.
Pero queda pendiente un gran homenaje al Cardenal Herrera Oria de toda la Iglesia y de la sociedad. Un homenaje en el que se recupere su figura y sus obras, y su promoción de la Doctrina Social de la Iglesia. Un homenaje que podría suponer, sin duda, un impulso para su canonización.
Francisco Alonso Soto
Ex colegial del CMU Pío XII