Estamos viviendo eventos que marcarán la historia, para bien o para mal: de nosotros va a depender. La crisis generada por el COVID-19 evidencia la fragilidad de la que estamos hechos, así como el hecho cierto de que nadie se salva solo.
La Semana Laudato Si’, en el quinto aniversario de su publicación, ahonda en la idea de que “todo está conectado” y que nuestro devenir depende también del futuro de nuestro entorno, la Casa Común donde vivimos.
Del 16 al 24 de mayo los católicos de todo el mundo han sido invitados por el Papa a reflexionar sobre estos 5 años de Laudato Si’ y sobre cómo podemos seguir trabajando en esta necesidad de cuidar la Tierra para cuidar, con ella, a los más pobres y los más frágiles.
Son ellos, precisamente, los que más están sufriendo las consecuencias de una pandemia, cuyo origen último muchos científicos sitúan en la sobreexplotación de la naturaleza.
Desde el Observatorio de Bioética y Ciencia de la Fundación Pablo VI queremos hacer hincapié en esa perspectiva integral que ofrece el Papa Francisco: la ecología humana. “La interdependencia nos obliga a pensar en un solo mundo, en un proyecto común”, leemos en el núm. 164 de la Laudato Si’. Sobre esto reflexiona, en esta serie especial de la Bioética después del COVID-19, Mons. Jesús Fernández González, Obispo Auxiliar de Santiago de Compostela y presidente de la Subcomisión Episcopal de Acción Caritativa y Social de la CEE: “actuemos como administradores y no como dueños de lo creado, cuidando especialmente a los frágiles y a los enfermos”
La propuesta de Laudato Si’ es apremiante, todos deberíamos sentirnos profunda y activamente interpelados por ella.