Un día después de que la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados aprobara el dictamen del proyecto de ley que regulará la eutanasia como una nueva prestación del Sistema Nacional de Salud, la Iglesia española emitía una nota en la que expresaba su rechazo a un proyecto que se aprobará de manera definitiva en las próximas semanas y cuya tramitación se ha desarrollado de manera "sospechosamente acelerada, sin escucha ni diálogo público".
“La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos”, dicen los obispos españoles en su mensaje, inspirados en la Carta del Papa Francisco “Samaritanus bonus sobre el cuidado de las personas en las fases críticas y terminales de la vida”. “La muerte provocada no puede ser un atajo que nos permita ahorrar recursos humanos y económicos en los cuidados paliativos y el acompañamiento integral”. Por eso, llaman a las administraciones públicas a la “promoción de los cuidados paliativos, que ayudan a vivir la enfermedad grave sin dolor y al acompañamiento integral, también espiritual, a los enfermos y a sus familias”.