En la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza figuran los animales y plantas más amenazados de extinción que hay en nuestro planeta. Para sorpresa de propios y extraños, la Asociación Canadiense sobre Síndrome de Down formuló a dicho organismo el pasado 4 de noviembre una petición para que las personas con síndrome de Down sean también incluidas en esa lista.
La asociación canadiense formula el siguiente razonamiento: cada vez que una nueva especie se encuentra en peligro, los conservacionistas y los científicos activan las alarmas y urgen a tomar medidas inmediatas para garantizar la protección y los recursos que aseguren su supervivencia. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la población en riesgo es un grupo de seres humanos con unas características particulares como las personas con Síndrome de Down?
Nada. Es más, parece que estamos muy orgullosos de que cada vez nazcan menos niños con síndrome de Down, al utilizar masivamente el test prenatal no invasivo, gracias al cual en torno al 90-95% de los fetos así diagnosticados son abortados, allí donde la ley lo permite.
Es lo que se llama aborto eugenésico, que contradice abiertamente la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Pero no pasa nada.
Nos parece muy adecuada la campaña canadiense y les invitamos a verla y apoyarla en internet (www.endangeredsyndrome.com).
José Ramón Amor Pan
Coordinador del Observatorio de Bioética
y Ciencia de la Fundación Pablo VI
