“Hablar del bien común remite al pueblo y hablar de pueblo convoca al bien común” mejor resumen, imposible.
“Sin bien común no hay sociedad”. Así de tajante se muestra el autor de este libro. Y añade: “Invocar el bien común es reclamar el bien que, desde Aristóteles, ha ido teniendo la ética en cuenta: el mismo que la ética moderna, desde su paradigma de la subjetividad, ha venido relegando y ensombreciendo”.